domingo, 19 de septiembre de 2010

Cierto dia de Septiembre...



Pocos días habían pasado desde mi cumple numero 5, no recuerdo muchos detalles, pero llegan a mi mente imagenes distantes cargadas de emociones, dudas y miedos...

Mi mama llorando al lado de la puerta, con todos nosotros aun semi dormidos a las 7:21am envueltos en chamarras mientras mi papa entraba a la casa a hacer una inspección de los daños.

Mi tia con sus hijos se asomaba desde el pasillo de arriba, igual de nerviosos que nosotros, solo que ella no lloraba y platicaba con mi mama, no tengo idea de qué se habló en ese momento... claramente recuerdo que no había agua, ni luz, y el teléfono solo permitió un par de llamadas con las que pudimos transmitir tranquilizadores "estamos bien" y luego... solo quedo una linea muerta...

Las sombras ocultan gran parte de los hechos de ese día pero aun recuerdo que muy temprano paso mi tío por nosotros en la característica combi de mi abuelito, y fuimos a casa de ellos, en el camino había agitación, gente haciendo filas para llenar sus botes de agua, líquido que también corría por muchos otros lados desperdiciándose en medio de la calle... Mucho movimiento, un aire tenso invadía el ambiente, olia a destrucción...

Contrastante al caos general, en casa de mis abuelos parecía un día de fiesta, estaban todos mis primos, tíos y uno que otro vecino y amigo adjunto, uno de esos momentos antes de que cada quien tomara su rumbo y fuera difícil juntarlos en un mismo lugar...

Recuerdo los juegos que duraron hasta entrada la noche, los gritos de alegría que cuando niño hacían que olvidaras los problemas de los grandes, problemas a los que les dabas menos importancia que a una dosis de tarea... Y de pronto el grito, a mi memoria llega aun el timbre de la voz de mi tía y el miedo con que fue dicho "esta temblando!!"... se va la luz... El alboroto para llegar todos juntos al lugar mas seguro de la casa, el marco de la puerta. Yo fui puesto al cuidado de otra tia durante esos momentos, en aquella obscuridad respondió a mis preguntas pidiendome que no hablara, teníamos que estar en silencio...

Cuando todo paso mi papa y mis tíos entraron a la casa a revisar -nuevamente- que fuera segura...

El velo del olvido cubre lo que paso después de eso, pero años después me di cuenta de lo afortunado que fui, al no perder la vida propia y de ninguno de mis familiares, años después pude darme cuenta del verdadero drama que trajeron esos dos terremotos a la Cd. de México aquel 19 de Septiembre de 1985...


1 comentario:

  1. La verdad es que es impactante siempre adentrarte a la experiencia de personas que viven momentos como este, mi mamá lo cuenta como uno de los días de mayor insertidumbre de su vida. Sólo queda agradecer por personas como tú que sobreviven a estos desastres, ya que es claro que mientras tengamos vida, hay una misión que cumplir y algo importante que compartir.

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